martes, 22 de marzo de 2016

Sorry for Europe

Fernando Vidal
Twitter: @fervidal31


La imagen más movilizada del 22 de marzo de 2016 une las dos mayores tragedias de Europa: los atentados terroristas de Bruselas y el drama de los refugiados que huyen del terrorismo en Medio Oriente.

Fedja Grulovic, fotógrafo de la agencia Reuters, ha tomado una de las instantáneas más expresivas en el trágico día de los Atentados de Bruselas. Son imágenes de dos niños refugiados sirios concentrados en el campo de refugiados de Idomeni, Macedonia.

El primer niño tiene unos quince años y sostiene en lo alto un simple papel donde ha escrito con dos rotuladores “SORRY FOR Brussels”. Bajo las últimas cuatro letras ha pintado unas gotas de sangre que forman un charco rojo como los que se han visto en tantas fotos de los atentados. El brazo del niño está rodeado de un vendaje por una herida que se ha hecho y su sangre se ha filtrado y mancha parte de la venda. Es un chico herido por dentro y por fuera pero incluso en su pobreza y maltratado por los admirados europeos, su sentimiento ante los más de 30 muertos de Bruselas es de piedad.

El segundo niño es más pequeño, no tiene más de cinco o seis años, y se ha pintado en el cuerpo Sorry for Brussels (se equivocaron y le han escrito Brussles) con letras rojas. En la fotografía aparece desnudo de cintura para arriba, pantalón de chándal azul y botas de agua de un azul chillón. Levanta las manos para que el mundo vea su mensaje. Los dos niños refugiados de Idomeni son una de las mayores muestras de compasión que hemos visto en décadas.

Alrededor de los niños hay cientos de personas sentadas esperando que Europa decida qué hacer con ellos. Parados en el camino: igual que Europa. Europa también está detenida en medio del camino del progreso y como los refugiados, no sabe qué hacer. No puede hacer lo que le dice el corazón porque se tiene miedo a sí misma. Tiene más miedo a sus populismos emergentes que a los terroristas del Dáesh, pero emplea menos medios en contrarrestarlos. Europa parece que huye de sí misma pero en vez de ser concentrada en campos está concentrada en los centros comerciales.


Los niños refugiados de Idomeni dicen “Sorry for Brussels” pero deberían decir sobre todo “Sorry for Europe”. Por lo que os hacemos, por lo que no queremos hacer. Su piedad por nuestro continente es lo que salvaría a toda Europa.

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